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viernes, 22 de marzo de 2013

CRITERIOS PARA UNA BUENA ARQUITECTURA II: FUNDAMENTOS DE GEOMETRÍA

Habíamos definido al arquitecto, en cuanto profesional de la arquitectura, como aquel individuo con una habilidad, oficio o capacidad relacionados con la acción de concebir y materializar el entorno humano, entorno que debía ser favorable, como única condición para la valoración de su actividad. Un criterio claro, objetivo y evaluable, con el fin de no perdernos en debates ajenos a la verdadera arquitectura.


Tengo que advertir que, aunque el objetivo perseguido es claro y fácil de entender, la manera de conseguirlo no lo es tanto y requiere la comprensión de conceptos específicos de cierta complejidad.

Para entender de qué manera se ha de considerar este criterio, sabemos que el ser humano se desarrolla como tal a partir del equilibrio de tres aspectos, físico, emocional y mental. Podemos asociar estos concepto con los vértices de un triángulo. Estos tres aspectos funcionan en un nivel que podemos denominar horizontal, es decir, atañen al individuo y las relaciones que establece a su alrededor como tal. En un eje vertical, que podemos llamar espiritual, se encuentra el sentido de pertenencia a lo colectivo y el concepto de unidad, así como la relación entre el cielo, el cosmos, lo divino y la Tierra, lo físico, la materia. Este es un esquema muy elemental, pero eficaz para el objeto de nuestra discusión.


Si buscáramos una geometría asociada a este esquema, nos encontraríamos con un triángulo en la base y un vértice (o, mejor, un doble vértice, dependiendo del sentido del eje vertical que estemos considerando, con el que podríamos formar uno, o mejor, dos tetraedros). TETRAHEDRON es el primero de los cinco sólidos platónicos y es una figura muy importante con tremendo simbolismo, no en vano, la visión cenital de este doble tetraedro, más conocido como estrella tetraédrica, lo podemos encontrar en el símbolo de Israel, la estrella de David (*).

(*) ésta también se corresponde, desde el punto de vista energético, con cierta vista de la estructura interna de la descomposición fractal del octaedro, que pudiera ser el verdadero origen oculto de este símbolo, si bien para nuestra explicación resulta ambivalente, dada la función real de las pirámides egipcias y la intima relación histórica de Israel con Egipto.


Pero ¿de qué nos sirve esto?

Esta es una breve aproximación a cómo la geometría se encuentra inscrita, de forma no siempre evidente pero sí eficiente en todo lo que nos rodea y esta presencia permanente no es casual, es estructural. Toda la realidad es geométrica y la geometría tiene unas leyes, leyes que vienen codificadas en el lenguaje de las matemáticas. Antiguamente, a los arquitectos nos denominaban geómetras. Es triste observar la cantidad de cosas valiosas que nos hemos dejado en el camino y el poco valor real que tienen aquellas que las han sustituido. Por lo menos, estudiamos geometría y muchas matemáticas que nunca supimos para qué servían. Va siendo hora de que empecemos a conocer su verdadero significado, su significado alquímico oculto, aquel que guardaban celosamente los maestros de las pirámides, de las grandes obras clásicas y de la edad media, sin ir más lejos.


Los cuatro sólidos platónicos restantes son el exaedro o cubo, el octedro, el icosaedro y el dodecaedro. Todos ellos guardan unas relaciones específicas de caras y vértices y pueden ser inscritos o circunscritos por una esfera que pase por sus vértices o sea tangente al centro de sus caras, según el caso. Estos poliedros constituyen el olimpo de las geometrías y, a pesar del nombre, son conocidos desde la época megalítica así como sus propiedades. Los científicos de hoy en día se extrañan de que el hombre primitivo con herramientas rústicas de sílex fuera capaz de tallar en piedra estas geometrías con total precisión. Existen otros poliedros y combinaciones de los anteriores que proporcionan un extenso abanico de posibilidades combinatorias con el que trabajar para obtener nuestros propósitos. Obviamente, este espacio no da para discutir sus propiedades pero sí para enunciar algunos conceptos relativos a su importancia.

Hagamos un paralelismo gráfico entre el mundo del arte contemporáneo y los aspectos enunciados al principio para ver de qué manera la geometría está involucrada en cada uno de los tres aspectos y cómo estos aspectos son universales y se extienden a toda forma de la expresión humana, incluida la pintura.

 Luz del espíritu
Escuela YI 

UNA APROXIMACION A LA ESCUELA YI

Si atendemos a manifestaciones artísticas recientes que exploran este territorio conceptual, es ineludible mencionar a la ESCUELA YI de pintura china, cuya exposición pasó por España sin pena ni gloria, no por que no la mereciera sino porque no existe entendimiento suficiente en el mundo del arte que es, como la mayoría de lo que nos rodea, puro espectáculo. No obstante, quien quiera saber, deberá esforzarse y estudiar, indagando por aquellos caminos que nadie transita pero están ahí delante, a la vista de todos. Como decía, La Escuela Yi, que recorre los últimos 30 años de la pintura china de vanguardia, establece tres criterios de aproximación al Yi (lo absoluto), concepto inabarcable que representa la totalidad de la experiencia. Esta escuela artística considera la pintura desde un punto de vista metafísico con claras referencias a la meditación, y aborda una manera de representar un aspecto particular de lo absoluto como un reflejo de su totalidad con objeto de poder experimentar parcialmente una realidad mayor y trascendente. Es una forma de hablar también del concepto holográfico.


Si nos fijamos bien, detrás de este lenguaje se encuentra nuestro tetraedro inicial. El Yi, el eje vertical, no se puede alcanzar directamente sino a través del equilibrio de los aspectos subjetivo, objetivo y contextual. Así, se distinguen tres etapas de aproximación, YI XIANG o imagen mental, hace referencia al concepto objetivo asociado a la parte física o material, YI LI o principio mental, se refiere a la parte subjetiva, la forma en que el sujeto experimenta un acontecimiento asociado a el aspecto emocional de la experiencia y, finalmente, YI CHANG o entorno mental, el aspecto contextual o periférico de la experiencia observada, que nosotros asociamos a la parte mental.

(*) Aunque la Escuela china se basa en conceptos mentales, vemos que éste, a su vez, se dividen en tres y aquí añadiríamos la idea de fractalidad. Esta forma de autosimilitud que hace que una forma se pueda replicar infinítamente a diferentes escalas, lo cual es una propiedad que nos interesa mucho. Todo lo vivo y, por tanto, todo lo que a nosotros nos interesa como geómetras de la realidad, es fractal.


  • El exágono es un patrón clásico en la naturaleza. Tiene propiedades asociadas a la acumulación de información y, por tanto es útil a la biología. De hecho, podríamos afirmar que el agua ES la vida, al menos en nuestro planeta. Sabemos por los experimentos de Masaru Emoto que dependiendo del tipo de información que almacena la estructura molecular del agua, genera unas formas cristalinas u otras. El triángulo tiene propiedades relacionadas con la creatividad y es un componente de la forma anterior, también es una figura estable e indeformable.
  • El cuadrado, por ejemplo, resulta una forma estática e inerte, ineficaz para la vida (bilógica). El cubo representa, como forma aislada, un anclaje para la materia inerte y produce una interferencia negativa con los patrones que favorecen la biología.
Las propiedades de cada geometría se irradian en todas direcciones en el espacio que contienen y que las contiene, actuando como resonadores. Es decir, las formas por si mismas NO generan energía (contra lo que muchos autores afirman). Lo que hace la geometría es establecer un patrón en cuya presencia, la energía existente se organiza de una forma determinada adquiriendo las cualidades correspondientes a dicha geometría. Dicha energía cualificada interfiere necesariamente con otros campos energéticos. Si se trata de campos biológicos y el campo dominante en un espacio interfiere de forma no constructiva con él se producen distorsiones energéticas que calan en los diferentes planos energéticos sutiles y físico-etéricos del organismo en cuestión. Si dicho organismo es sensible, como son los animales, a dichas interferencias, tenderá a desplazarse a un lugar donde se encuentre con un entorno más coherente y armónico. Por desgracia los seres humanos somos mayoritariamente poco sensibles a esto y, cuando sentimos estas distorsiones, normalmente las ignoramos.

Pues bien, en el plano que nos interesa, podemos aplicar el concepto de imagen mental (Yi Xiang) a la arquitectura en cuanto que objeto y, en este sentido, nos interesan las relaciones geométricas entre sus diferentes partes y la de todas ellas con el conjunto resultante. También debemos considerar el aspecto subjetivo, cómo se percibe internamente la arquitectura como experiencia. Aquí estaríamos hablando del principio mental (Yi Li) aplicado a la arquitectura y los parámetros que deberíamos considerar serían los campos energéticos producidos por la edificación y que interfieren con el nuestro. Cada persona tiene una sensibilidad diferente a los diferentes tipos de campo, pero existe una estadística bastante fiable sobre lo que es positivo o negativo para el organismo. Una de las cuestiones menos consideradas a la hora de diseñar y construir es el efecto de los diferentes materiales, la forma de los pequeños contenedores o habitaciones y de qué manera se interconectan.


El milenario arte del Feng Shui, hoy día bastante descafeinado al haberse popularizado y vaciado de su verdadero contenido, consideraba importante hasta tal punto estas cuestiones que no existía edificación de mediana importancia que no fuera acompañada de un previo estudio de la distribución de energias del lugar y en el propio edificio.

En este segundo nivel, la geometría interviene en cuanto a la fractalidad o capacidad de carga de los materiales, por un lado, que deberían ser lo más parecidos a lo natural posible y descartando aquellos con tratamientos químicos, demasiado industrializados, sintéticos, plásticos y, atención, el acero laminado y el aluminio, ya que su baja fractalidad no es compatible con la biología y drenan nuestro biocampo descargando la energía que necesitamos para vivir. Del mismo modo las geometrías de los diferentes espacios deberían configurarse con criterios de distribución y/o concentración de energía adecuados a su función específica.


Finalmente, llegaríamos al concepto de entorno mental (Yi Chang) que podemos asociar, en términos arquitectónicos, con el Urbanismo y la construcción de la ciudad en cuanto que representa el aspecto contextual de la arquitectura, así como una de las bases de la estructura social. En este caso, la geometría aplicada es bidimensional dado la escala a que se representa pero, cuando alineamos elementos tridimensionales sobre un patrón geométrico con características energéticas propias, hacemos que las frecuencias correspondientes se solapen o superpongan, pudiendo interferir entre sí de forma adecuada o de forma errónea, es decir, de forma beneficiosa o de forma perjudicial.


Entonces ¿cuál es el factor que determina una u otra cosa? 
Podemos asimilar cada tipo de energía a una frecuencia determinada, es decir, a cada geometría corresponde un patrón de onda y toda onda es capaz de producir un efecto determinado e interferir con otras ondas creando un nuevo patrón, llamado patrón de interferencia. Cuando la forma de estas ondas es compatible, éstas se pueden acoplar y decimos que existe armonía. Pues bien, el efecto que debemos perseguir es la coherencia armónica en los patrones de interferencia dentro de todas las capas o niveles en que actuamos.  

  • Cuando existe coherencia la vida florece y se desarrolla favorablemente. Al contrario, si el resultado es una distorsión caótica de las diferentes frecuencias esto repercute directamente sobre todos nuestros niveles bioenergéticos. Es importante considerar que la mayoría de estos efectos son muy tenues y nuestro sistema inmunológico está diseñado para lidiar con todas estas pequeñas alteraciones. Lo malo es que tienen efectos acumulativos y que, dependiendo de la sensibilidad de cada persona, el sistema inmune tiene un límite, a partir del cual, se estresa y deja de funcionar como colchón protector, momento a partir del que nuestra salud se verá necesariamente afectada. La duración de la exposición y la cantidad de interferencias que recibimos son los factores que determinarán la resistencia ofrecida por nuestro organismo. 


Por otro lado, cuando existe armonía a nivel energético, no solo el nivel físico se nutre y refuerza, haciéndonos más resistentes, sino que también nuestras emociones son más equilibradas, dado que la frecuencia del corazón entra en coherencia. Téngase en cuenta que el campo electromagnético del corazón es el más potente de nuestro organismo, llegando a abarcar una esfera o toroide vertical de 8  metros de radio, mientras que el del cerebro, por ejemplo, no alcanza más de un metro. Por supuesto, en el plano mental, la coherencia armónica potencia las cualidades positivas de dicho plano, como la comunicación, la visión ecuánime y la intuición. Todo este conocimiento antíguo, que hoy día es mucho mayor debido a la posibilidad de ser estudiado bajo la luz de la ciencia moderna y no únicamente de forma empírica o esotérica, por alguna razón ha sido velado al público y permanece aún bajo la custodia de ciertas organizaciones o bien representa, muchas veces, una rama marginal de las investigaciones científicas a la que los organismos públicos dan la espalda. Como decía anteriormente, al buscador auténtico de la verdad le será fácil identificar auqellos caminos de investigación que le serán de utilidad utilizando el simple criterio de que serán aquellos en los que se encuentre con mayor resistencia o desaprobación por parte de estamentos institucionales. Estos serán, precisamente, aquellos caminos a perseguir con mayor ahínco. 

(*) Uno de los mejores trabajos que conozco al respecto, por cuanto a las propuestas y la calidad de la recopilación de información que proporcionan, es el desarrollado por Arturo Ponce de León y Ninón Fregoso en Méjico, quienes se encargan competentemente de la investigación y difusión de muchos de estos conocimientos.



Una de las condiciones geométricas que favorecen la coherencia es la denominada inclusividad armónica o capacidad de concentración de carga o capacitancia eléctrica que tiene relación con la capacidad de algunas geometrías de ser anidadas de forma fractal dentro de otras. Esto que resulta, aparentemente abstracto, tiene relación con las propiedades de algunos números como la llamada razón áurea ó número de oro, representado por la letra griega phi.




Para no extender esta introducción más allá de los conceptos generales terminaré resumiendo lo siguiente.
  •  Estamos rodeados de campos de energía y que las edificaciones generan sus propios campos. 
  • Todo campo de energía es capaz de interferir con otros. 
  • La geometría es una disciplina capaz de plasmar físicamente ciertas relaciones matemáticas. 
  • La Naturaleza produce la vida en unas condiciones energéticas que pueden ser reducidas a relaciones geométricas. 
  • Cualquier geometría produce un campo energético por efecto de la resonancia de su estructura particular y existen relaciones geométricas que responden a los órdenes de la naturaleza y son capaces de producir coherencia. 
  • A los efectos de interés de la arquitectura, estas geometrías responden tanto a los aspectos volumétricos y formales, como a la estructura de los materiales y a los diseños urbanos, efectos que deben ser considerados para producir una verdadera arquitectura, que no es otra que aquella que soporta las condiciones óptimas de vida para el ser humano. 
  • Existen herramientas que permiten manejar la geometría de forma eficaz, leyes geométricas y números o relaciones mediante los cuales obtener efectos concretos.

Para despedirnos, os dejo un vídeo de Evan Grant sobre Cimática, una ciencia que estudia la representación geométrica de campos electromagnéticos, en este caso sónicos. Que lo disfruten.


Seguiremos avanzando.



lunes, 18 de marzo de 2013

ARTICULO UNIVERSO HOLISTICO 58

El artículo de marzo de UNIVERSO HOLÍSTICO Nº 58 podéis encontrarlo en las págunas 34 a 37 inclusive, bajo el título BIOENERGÉTICA Y ARQUITECTURA. El tema de este mes representa una aproximación al mundo de las energías y su compleja interacción con el organismo humano, con especial referencia al modo en que los edificios son capacer de alterar, para bien y para mal, nuestro biocampo y otros campos de energía que forman parte de nosostros.


martes, 12 de marzo de 2013

DEL NEOLIBERALISMO A LA ECONOMÍA SAGRADA

Recientemente, he recibido un escrito remitido por un amigo, que firma como Ulises Libre, en que plantea cuestiones muy dignas de consideración y pienso que, también, un  aspecto más a incorporar al concepto de ARQUITECTURA INTEGRATIVA

Para contextualizar su propuesta, nada mejor que analizar paralelamente la situación actual, la cual resumo inspirado en un texto de Arturo Ponce de León y Ninón Fergoso, psicoterapéuta norteamericana afincada en Méjico y experta en psicogeometría.



Básicamente, el sistema económico mundial se fundamenta en el neoliberalismo diseñado por el economista Milton Friedman, cuyas tesis fueron impulsadas definitivamente por Inglaterra y los EEUU, hace unos treinta años, con el fin de crear una economía global. Lo más importante de la implantación de este sistema no son las consecuencias económicas, tan desequilibrantes y nefastas que padecemos, sino los efectos psicológicos que ha conseguido consolidar en la población mundial, unos efectos devastadores para la necesaria evolución del ser humano. No se trata, por tanto, de hacer un análisis de la distribución de los recursos y el dinero en el mundo, algo que tanto alimenta las teorías de la conspiración, con mucho fundamento por cierto, sino de ser capaces de ver el tipo de ser humano que deviene de este sistema económico y financiero mundial.

La primera y más inmediata consecuencia es que el sujeto se convierte en objeto de consumo y sólo es útil al sistema en tanto que consumidor, nada más.



Psicológicamente, el neoliberalismo busca como fin último reducir todos los elementos de la realidad, tanto objetiva como subjetiva, a productos. Productos de consumo o de desecho. Este gran Teatro del mundo le ofrece a sus consumidores o productores de elementos de consumo la estrecha y única decisión posible: adquirir o rechazar el producto.
...

El neoliberalismo está enfocado en la acumulación de capital, y en esta acumulación contribuyen tanto los que tienen bienes como los que no. No se trata de guerra de "buenos" contra "malos" sino que este proceso que vive la humanidad es simplemente lo opuesto a la ley natural de la vida, donde entre más se distribuye de forma ordenada más abundancia de recursos existen.


Finalmente, esta situación no nos ha sido impuesta sino que se nos ha vendido y la hemos aceptado como un caballo de Troya, de modo que ahora nos devora por dentro. Pero, hay algo muy importante a tener en cuenta, este sistema no se sostiene por sí solo sino que requiere apoyo continuo por nuestra parte, apoyo masivo, pues en el fondo es sumamente sensible y frágil. Por tanto, nos guste o no, este sistema lo sostenemos nosotros, lo alimentamos continuamente con cada cosa que hacemos y en la forma de relacionarnos con los demás. La ilusión se impone sobre lo real buscando hacer del consumo y los valores de competencia el becerro de oro de nuestra cultura. La nueva religión del hedonismo, utilitarismo, visión cortoplacista, individualismo consumista, deja desprovisto al ser humano de metas a largo plazo, el sujeto siente así que no pertenece al mundo y estos recursos, lejos de proveerle un sentido a la vida, lo dejan más vacío de significado. La pregunta es.

¿Por qué seguir apoyando un sistema que nos destruye como personas, no aporta ningún beneficio permanente, genera conflictos por doquier, acaba con los recursos del planeta y nunca será capaz de hacernos felices?

Economía Sagrada

del humano social a l@ human@ planetari@

La economía sagrada es una disciplina multidimensional que tiene en cuenta, no solo los intercambios en el plano físico, sino también los que se producen constantemente en otros como el emocional y el mental. El flujo de materia y energía o, dicho de otro modo, de bienes y servicios, no se limita al espacio sensorial y al dinero, sino que abarca los vínculos afectivos, el inconsciente colectivo y la atmósfera sutil del planeta. Por lo tanto, toda economía que no tenga en cuenta los niveles superiores está condenada al fracaso por la limitación que conlleva su falta de perspectiva.

La economía sagrada incluye, no solamente a la sociedad humana, sino también a todo el planeta. Esto significa, no solo usar sus recursos y contaminar sus espacios, sino respetar sus leyes. Respetar las leyes de la naturaleza significa experimentar con leyes universales que rigen los otros planos de la existencia material. Principios extraídos de la espiritualidad como la famosa frase “lo que das, lo recibes” deben ser incorporados a la economía sagrada y ser la base de una concepción acorde con la demanda actual.


La economía sagrada investiga también la economía interna de las personas, es decir, su sistema energético en relación con su organismo físico. Si hay equilibrio entre los diferentes niveles mencionados, la aportación personal a la red económica global ayudará a enriquecerse al planeta. Esto significa que si cada individuo encuentra un estilo de vida acorde con su alma, beneficiará a la cuenta planetaria aunque su rendimiento en términos de economía convencional no sea de tanto valor. Por contra, alguien que odia su trabajo y su personalidad en general, estará proyectando su estado interno mediante comportamientos destructivos para con ella misma y para con todo su entorno.

El mecanismo inconsciente que causa esta actitud depende directamente de la culpa que sentimos por trabajar en empleos que no aceptaríamos si antes afrontáramos el miedo a carecer de lo necesario para sobrevivir. Por mucho que rindamos en un puesto de trabajo y por muy grande que sea la nómina, si el propósito es egocéntrico y lo que estamos emitiendo sutilmente es una baja vibración, significará un mal negocio tanto para el planeta como para nosotros. Tener necesidades materiales no es una maldición. Si no bendecimos nuestro cuerpo sentiremos ganas de vengarnos de él, creyéndole culpable de las decisiones erróneas que tomamos víctimas del miedo de perderlo.


Nada es gratuito en la naturaleza. A toda acción le sigue una reacción, una reciprocidad. Es importante tomar conciencia de qué estoy ofreciendo, con qué actitud lo estoy haciendo, cómo lo está recibiendo el exterior y de qué manera me lo está devolviendo. Dar incondicionalmente es dar sin esperar nada a cambio, pero esto no significa que se no deba poner atención en sus efectos y en su retroalimentación. La responsabilidad de todas las personas que acuerdan un intercambio o una donación es asegurarse que el bien o el servicio que es objeto de transacción beneficie, no solo a ellos, sino también al conjunto.


Todos los objetos que se guardan en casa sin usar representan una carga energética para su dueño, un peso muerto para su custodio oficial, por eso son tan convenientes los mercadillos de trueque y las gratiferias. Un buen Feng-shui mantiene la energía en circulación. De la misma manera, las creencias éticas que no se llevan con coherencia a la práctica representan energéticamente un desgaste mental, porque si no hay integración entre mente y cuerpo no puede haber sinergia interna. En su lugar, habrá un gasto energético para mantener las creencias verdaderas controladas por las falsas y así evitar que hagan “perder” la cabeza a alguien y le de por ser honesto.


Estos procesos mentales invisibles, y los vínculos entre las personas y su patrimonio, tienen una influencia directa y enorme en la economía general del planeta. Por ejemplo, en el caso de España, hay 2 millones de casas vacías y, por otra parte, 400 mil desahuciados. Toda la energía y los materiales que el planeta ha aportado al boom inmobiliario, ahora, ni se usan por sus dueños legales en el primer caso, ni en el segundo se permite legalmente que la gente que sí las usaba continue haciéndolo. Esto significa un derroche que está siendo devuelto por el universo en forma de crisis, haciendo justicia a lo que se le dio. El cumplimiento de esta ley no admite excepciones. Por lo tanto, entenderla, experimentarla y comprobar que funciona es una guía imprescindible para salir de la crisis gracias al descubrimiernto de sus causas profundas.


Otro bloqueo energético importante lo representan las fronteras estatales de los países, que sí permiten el paso de mercancías y de flujo financiero y, sin embargo, no hacen lo mismo con los inmigrantes o los emigrantes. Esto aumenta la desigualdad entre ricos y pobres con el consiguiente aumento del estres social. Este estres social redunda en un gasto energético que no se tiene en cuenta en el cálculo anual del nivel de vida de cada nación. No es parte de la lista de indicadores sociales y por eso las cuentas no salen. La intervención holística de la tesorería planetaria es urgente. El desajuste que esto implica es gigantesco, de proporciones apocalípticas, y la tensión que genera este desequilibrio afecta a la salud del planeta de forma evidente. La globalización es una grave enfermedad social, un cáncer que se extiende sin que aportemos una base teórica lo sufientemente sólida como hacer el cambio de paradigma que está demandando a gritos cada átomo de nuestro cuerpo.

Es fundamental que dejemos de creer en las leyes humanas, en las leyes de la sociedad, y pasemos a poner en práctica otras más abarcantes. No creer no significa estar en contra o violar sistemáticamente su funcionamiento. Significa reconocer las leyes superiores, las que no solo funcionan en el plano físico, y usar las leyes inferiores en beneficio del plan evolutivo del planeta. Dejar de creer en las leyes humanas significa empoderamiento, significa relaciones sin autoritarismo ni sumisión, significa dejar de obedecer y no mantener relaciones que no estén basadas en la enseñanza y aprendizaje de talentos reales y en la jerarquía natural sin privilegios. El proceso de la economía sagrada tiene en cuenta también el equilibrio yin-yang de las energías femeninas y masculinas. Actualmente, el machismo sigue predonimando en las relaciones y esto significa que una parte del cerebro, la izquierda, está dominando a la derecha. Dominar implica luchar, y luchar conlleva un gasto de energía. Todos sabemos la diferencia que hay entre trabajar dentro de un equipo humano que se lleva bien y hacerlo en otro donde las rencillas hacen imposible el trato. Energéticamente la diferencia es abismal.

Somos parte de un sistema, no estamos separados del resto del planeta. Nuestros estados internos son parte del ecosistema. La energía que emitimos con nuestros pensamientos es parte del planeta e influye en cada una de sus células. El nivel físico, el emocional y el mental están completamente unidos, aunque esto no se vea con los ojos físicos. El enfoque sistémico es esencial si queremos pasar de un concepto esclavista de la economía a otro liberador. El orden, que es otra parte del Feng-shui, significa que las personas más capacitadas por su calidad humana deben ocupar las funciones de mayor rango de influencia.


Energéticamente hablando es importante que las ciudadanos se sientan representados por los políticos. Debido al gran abstencionismo y a las leyes electorales, un partido que ha sido votado por el 25% de la población total está decidiendo el futuro del otro 75%. Esta descompensación merma en la misma proporción la motivación de los individuos para implicarse en los planes generales. La sensación de pertenencia y de formar parte de una comunidad se convierte en una lucha por demostrar que en las próximas elecciones se debe cambiar de gobierno. Esto resta la capacidad de cada ser humano de recibir energía de alta vibración y aportarla a la colectividad. (*) Juegos de guerra.

La economía sagrada, finalmente, se basa en la riqueza interior de los seres humanos. Para tomar conciencia de los recursos que están a nuestra disposición por el mero hecho de nacer, debemos transformar todos los personajes y todas las creencias falsas que forman parte del legado pedagójico que hemos heredado hasta dejar sitio para que nuestro auténtico ser ocupe el espacio que le corresponde. Mientras pretendamos ser ricos a través de una personalidad pobre en valores humanos seguiremos desperdiciando un tesoro que no depende de cómo sea la situación económica exterior.

El error está en nuestra ignorancia sobre la fuente de la pobreza y en nuestra desidia para realizar el trabajo de purificación interna que, a modo de piedra filosofal, descubra alquímicamente el oro que ha sido expulsado al fondo de nuestros corazones mediante un sistema educativo hecho a la medida del paradigma que arruina al planeta. El empoderamiento también significa dejar de esperar la solución de las instituciones y de la cultura dominante. Solo puede haber economía alternativa y sostenible entre l@s pioner@s que compartan esta tipo de riqueza y sepan traducirla en proyectos y redes orientadas a manifestarla en la vida cotidiana mediante todo tipo de iniciativas.


Libre - 24 de noviembre de 2012 en Valdepiélagos (Madrid)