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viernes, 6 de febrero de 2015

RECUERDOS DEL FUTURO. VISIONES DE UNA ARQUITECTURA INTEGRATIVA.

Parafraseando el título del urticante y polémico libro de Erich von Däniken, retomamos la idea de plantear una posible solución ante tanto desacarte de arquitecturas nocivas o incompletas. De momento, hemos repasado algunos ejemplos de cómo interpretar lo que NO funciona, pero ¿existe algún ejemplo, alguna referencia de lo que funciona? La respuesta es que solo hay indicios, ya que esta materia está por desarrollar aún (lo cual me parece fascinanate) y, sin embargo, podemos encontrar referencias de lo que sí podría funcionar.


Para ello vamos a establecer escuetamente lo que, a fecha actual y grosso modo,  serían los objetivos básicos en Arquitectura Integrativa y los factores implicados en cada uno de ellos que, como veremos, distan mucho de los establecidos desde los estamentos académicos ortodoxos. En cualquier caso, debemos tener en cuenta que no existen las respuestas, sino las preguntas adecuadas y que, con independencia de que se vayan normalizando algunos procedimientos con el paso del tiempo, la arquitectura es una cuestión de maestría individual y oficio del arquitecto (en la parte que le compete), no un asunto de manuales ó normativa como el derecho, por ejemplo.


1. El capacitor biológico.
  • Longitud y latitud para determinar el MODULO DEL LUGAR y establecer medidas armónicas.
  • Orografía, condiciones geograficas locales de la parcela y elementos de su entorno para determinar el flujo de las energías del lugar.
  • Información geobiológica para determinar las fallas, aguas subterráneas, radiaciones cosmotelúricas y artificiales, así como su incidencia sobre la edificación.
  • Composición del terreno y polaridad del material de la roca.
  • Criterios geométricos que van a gobernar el diseño según la función del edificio.
  • Absorción de electrones y conexión a tierra.
  • Materiales a emplear en la construcción.
  • La máquina cuántica. Resonadores y activadores energéticos. Ondas de forma.
  • Interdimensionalidad de la construcción.
2. El edificio autoregulado.
  • Funcionamiento bioclimático pasivo y activo para regulación de los parámetros de humedad y temperatura.
  • Captación y gestión del agua.
  • Saneamiento, depuración biológica y gestión de resíduos.
  • Ionización del aire y ventilación termoregulada.
  • Producción, almacenamiento y distribución de energía.
  • Producción de alimentos.
  • Absorción de CO2, producción de O2, O3, H y gas doméstico.
3. El artefacto.
  • Criterios funcionales, estructurales y materiales que determinan la forma del edificio en relación con su entorno. Relación FORMA/FUNCIÓN.
  • Condiciones y objetivos de la forma y los módulos empleados.
  • Criterios de proporción y geometría sustentable. Fractalidad.
  • Referencias biológicas.
  • Anclaje al terreno.
 4. La bioconstrucción y la tecnología.
  • Ciclo de producción y utilización de los materiales que requiere menor consumo de energía y recursos.
  • Reciclaje, huella de Carbono, etc.
  • Cumplimiento de las normativas y equivalencias.
  • Incorporación de nuevas tecnologías a la construcción.
  • Técnicas y biomateriales.
  • Sostenibilidad e impacto ambiental.
  • Integración del usuario, el edificio y el entorno. Ecosistema.
  • Conocimiento antiguo y conocimiento moderno integrados en la construcción.
Pero, pongamos nuestra vista en el futuro.


El esquema básico expuesto anteriormente puede ser ampliado o reducido utilizando criterios equivalentes que tiendan a integrar la multiplicidad de aspectos a considerar de forma coherente. No encontraremos en la actualidad (al menos, yo no he encontrado ninguno) modelos construidos que intenten abordar esta complejidad de forma práctica, motivo por el cual debemos buscar indicios o inspiraciones en arquitecturas que pudieran ser abordadas desde una visión integrativa y tecnologías que permitan llevarlas a cabo. 

 
Y, si hablamos del futuro de la arquitectura, estas intuiciones suelen venir del plano de propuestas más teóricas que prácticas. Personalmente, no me parece una mal comienzo, sobretodo porque los aspectos visuales que gobiernan este tipo de propuestas son útiles a nivel didáctico y, al desarrollarse en el mundo de las ideas, evitamos que la resolución práctica de los problemas que plantean constituyan una traba desde el punto de vista de la crítica (lo que no existe no se puede criticar). En cualquier caso, si me ha parecido oportuno alabar las buenas ideas de un ideólogo que trabaja en esta línea, Vincent Callebout, un arquitecto belga que basa sus diseños en los organismos biológicos y desarrolla sus propuestas sobre una visión única de lo que debería ser la arquitectura del futuro en convivencia y armonía, tanto con su entorno como con el ser humano.


Un ejemplo de integración de geometrías a través de símbolos de conocidas propiedades energéticas resonantes, como el trisquel y el diseño fractal del esquema triangular, que demuestra el conocimiento de recursos compositivos poco habituales (si bien, en contradicción con el emparrillado ortogonal de la torre que no comprendo muy bien).

La inspiración en la biología siempre constituye una referencia solvente.


La cuestión que plantean este tipo de diseños es la aplicación de sistemas constructivos que sean tan sostenibles como pretende ser la propuesta. La construcción biológica tradicional tiene grandes limitaciones para diseños en altura, en primer lugar, y para construir formas complejas con precisión, por otro. Por otro lado, no podemos renunciar a los principios de sostenibilidad a cambio de edificar en altura, por una cuestión de coherencia. Debemos ser conscientes de que la humanidad no puede ocupar el territorio de forma extensiva, más que en aquellos casos en que la actividad esté necesariamente vinculada al lugar, como es el caso de las actividades rurales. Por tanto, una solución sería buscar en la tecnología a un aliado que nos permita solucionar los problemas que plantean las limitaciones de los biomateriales y técnicas tradicionales mediante el desarrollo de nuevos materiales biológicamente compatibles, incluso, diseñados con propiedades específicas.  


A mi modo de ver, la tecnología de impresión por capas presenta importantes ventajas. Precisamente, son las geometrías singulares en las que, con mayor motivo, procede aplicar esta tecnología por una cuestión de coste evidente. El problema fundamental a resolver es el empleo de materiales reciclados, biocompatibles y no contaminantes en su producción.


La industria tradicional y, en particular, la que fabrica elementos constructivos únicamente produce tres tipos de piezas, de las cuales derivan todas las demás.

- piezas moldeadas
- piezas extrusionadas o lineales
- piezas laminadas linales o planas

A partir de aquí, se producen mediante mecanización o combinación de otras técnicas, piezas más complejas. Cada paso que se dá en el recorrido hasta el producto final consume una gran cantidad de energía, transporte, movimientos y medios humanos.

Además, para generar superficies complejas, se requieren unos medios y tecnologías extremadamente costosas, si se realizan a partir de los anteriores, donde cada punto en el espacio debe ser comprobado mediante sistemas georeferenciados. No obstante, la realidad demuestra que resulta prácticamente imposible una precisión inferior a varios milímetros y eso, cuando hablamos de piezas a medida obliga a hacer ajustes que, la mayor parte de las veces, resultan poco afortunados.

(*) Este diseño es perfectamente compatible con la disposición geométrica de las redes geomagnéticas.


La posibilidad que ofrece la impresión por capas permite.
  • Reducir el control de los errores al movimiento en el plano horizontal, bien sea de montaje de piezas o de montaje de la impresora.
  • Economía de materiales, que se reduce a producir un plástico termofusible, actualmente, pero que, en un futuro no muy lejano, permitirá imprimir con composites o morteros de gran resistencia.
  • Ahorro de energía y medios humanos, con los consiguientes beneficios para el medio ambiente y reducción de riesgos laborales.
  • Reducción de impacto ambiental, al poder utilizar materiales reciclados y biodegradables.
  • Absoluta precisión de geometrías complejas y producción de capas en una sola operación.
  • Economía de producción y mantenimiento, ya que la impresora es una máquina técnicamente sencilla. 
 


La técnica a emplear dependerá de la escala a la que trabajemos. Sin embargo, intuyo grandes posibilidades de integración de las técnicas y materiales tradicionales con la investigación y aportaciones de la ciencia contemporánea como, por ejemplo, el empleo de adobes o cob con materiales de cambio de fase y nanomateriales, la impresión por capas con biomateriales o las pinturas fotovoltáicas.

¿Porqué no aprovechar lo mejor de cada mundo?